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Día Internacional de las Personas Migrantes. Algunas notas desde la salud mental

El traslado de las personas desde una región a otra, está presente a lo largo de toda la historia de la humanidad (Aichberger, 2020), sin embargo, durante el siglo XXI estos movimientos migratorios se han visto en aumento debido a la globalización (Hässler, et al., 2018), de forma que en el 2019, las personas migrantes constituían un 3,6% de la población mundial (Portal de Datos Mundiales sobre la Migración, 2019).

Este aumento de la población migrante, trae consigo una serie de desafíos que deben ser abordados por nosotres como miembres de la sociedad, de forma que la Organización Mundial de las Naciones Unidas declaró el día 18 de diciembre como el Día Internacional de las Personas Migrantes, invitándonos a dialogar con las personas migrantes con tal de poder comprender y contribuir en su realidad diaria (Organización Mundial de las Naciones Unidas, s.f.), considerando tanto el ámbito social como subjetivo que la constituye, dado que estos suelen verse transformados por el traslado a un país distinto al de origen (Larraín, 2019).

En Chile, el fenómeno migratorio ha aumentado significativamente los últimos 10 años (Instituto Nacional de Estadísticas, 2018), junto con ello, lamentablemente, también comportamientos xenófobos no solamente de parte de las personas chilenas sino también desde el Estado. No podemos olvidar las expulsiones sistemáticas realizadas por el gobierno, la quema de las pertenencias de migrantes en Iquique durante el presente año, o las opiniones de odio hacia los migrantes expuestas por el actual candidato presidencial de derecha. Situaciones que van incrementando en la población una xenofobia y racismo estructural, que tiene terribles consecuencias a nivel psíquico en las personas migrantes (Tijoux, 2014).

En la experiencia de ser migrantes se ha observado que este proceso se desarrolla muchas veces con un monto importante de sentimientos hostiles y penosos respecto al alejamiento del lugar de origen. Se inscribe un lugar de pérdida durante este proceso, una especie de agobio que acompaña el curso del desplazamiento, sobre todo al inicio de este cambio. Lo que parece ser el movimiento físico de un lugar a otro trae consigo numerosos movimientos psíquicos, alteraciones de tiempo y espacio que se traducen en la interrupción de la homeostasis del aparato psíquico.

El yo y toda su construcción identitaria, diremos, experimenta la pérdida de orientación, ante la llegada a un lugar nuevo. Se reordena el campo contextual, aparece un escenario desconocido. Este traslado implica que la migración se experimente como un duelo. No solamente se pierde “la patria” en el decir de Freud (1914-1916) sobre sus conceptualizaciones sobre el duelo, al dejar un lugar, sino que se trata además, de la pérdida de un estar en el mundo de otra forma, sin la guía, la familiaridad que sostenía la subjetividad. El cambio de posición geográfica trae la desorientación, el extrañamiento que en cierto momento anula toda continuidad de la vida psíquica. «Migrar significa salir de un ámbito que genera y en el que circulan mitos, los que implican formas de pensamiento y de expresión compartidos, y entrar en otro donde los mitos, con sus implicancias difieren» (Vispo y Produzny, 2002, p. 4).

Los modos filiatorios de un sujeto a la cultura, si bien son complejos y responden en cada caso de manera singular, en muchos de ellos, dan claves para que exista un desenvolvimiento en el mundo, discursivamente y en acto, que puede verse interrumpida. La pertenencia a un determinado lugar, nombrémoslo como territorio para abarcarlo en toda su amplitud, significa un apoyo del yo. Un sostén, un soporte que mantiene cierta unificación subjetiva. La ruptura de los vínculos desorganiza el yo pues no recibe de vuelta nada conocido. Los psicoanalistas Carlos Alberto Vispo y Marcos Podruzny (2002) reflexionan sobre este tema: «La experiencia migratoria incluye el sentimiento de nostalgia y el reconocimiento de los deseos de acceder a otros logros: también, quien la realiza, admite para sí la capacidad para obtenerlos y la disposición a nuevas pautas culturales y lingüísticas» (p. 97).

Queremos tomar este punto para hacer la relación con el aspecto del reconocimiento, abordándolo desde la perspectiva de Winnicot (2009), quien expresa la importancia que en un sujeto tiene la función de holding o sostén como una de las funciones ambientales para lograr la madurez de un sujeto, la cual se produce a través del proceso en donde el bebé, al mirar el rostro de la madre ve algo de él en ella; sin embargo existe la posibilidad de no recibir de vuelta lo que ellos dan, miran y no se ven a sí mismos. Esto tiene como consecuencia que atrofie algo de la capacidad creadora, así como también, ir a buscar que el ambiente les devuelva algo de sí. La mirada implica, por lo tanto, un factor de existencia, «cuando miro se me ve, y por lo tanto existo» dice Winnicott (2009, p. X).

A partir de lo anterior, realizamos un paralelo con la migración, pues ésta puede experimentarse en su inicio como un signo de anonimato, una suerte de desaparición dentro de un lugar establecido con sus propias dinámicas y marcas culturales: no es posible recibir mirada alguna si no sabemos dónde mirar, si fenómenos como la desorientación se imponen en el comienzo de la experiencia migratoria. No se cuenta con los recursos para situarse como un sujeto en el tiempo y espacio. Se dificulta, siguiendo en la línea de Winnicott (2009) la búsqueda en el ambiente porque ese ambiente es ajeno. El psicoanalista afirma que la dirección de la terapia es hacer que el paciente encuentre su persona y pueda sentirse real, lo traemos aquí con tal de traspasarlo a la situación de las personas migrantes: «Sentirse real es más que existir, es encontrar una forma de existir como uno mismo, y de relacionarse con los objetos como uno mismo, y de tener una persona dentro de la cual poder retirarse para el relajamiento» (p. 100).

Es a partir de esta búsqueda de comprensión respecto a les migrantes en cuanto personas situadas en un tiempo y espacio específicos, que presentamos el relato de dos personas migrantes en Chile sobre su proceso experiencial de migración, siendo una persona venezolana y otra brasileña. Frente al cuestionamiento respecto a cómo fue la experiencia de llegar a Chile, las transformaciones que esto ha conllevado y las formas de contención que recibió, la persona brasileña relata que:

Ha sido una experiencia desafiadora porque necesité aprender una serie de cosas nuevas como hablar español, relacionarme con las personas acorde a la cultura chilena, manejar el sistema del peso chileno, entre otras cosas. La migración me ha transformado a partir de los aprendizajes, entonces puedo decir que me ha enseñado a ser una persona más autónoma y empática con los demás, porque me ha ayudado a ver y vivenciar el hecho de que cada persona tiene una realidad muy distinta. Me ha entregado contención mi familia, que me ha acompañado en este proceso de constantes cambios, así como me han ayudado mucho las amistades que hice en Chile, puesto que me han apoyado emocionalmente y me enseñaron una serie de cosas respecto a la cultura chilena, que me han ayudado a sentirme más cómoda en el país. Las personas migrantes venimos acá a aportar a Chile, ya que a través de nuestras diferentes formas culturales de ver el mundo podemos tener ideas y soluciones distintas que contribuyan a la sociedad chilena.

Sumado a esto, la persona venezolana menciona que:

Mi salud mental se fue a la mierda… Yo siempre sentí culpa, mucha culpa. Cargo una mochila con todo lo que pasaba en Venezuela, amigos que mataron, que golpeaban en las protestas. Además Chile no la pone fácil, no sé, costumbres como besarse o llorar en la calle… Mis amigas me ayudaron respecto a costearme la salud mental, pero alguien que no tiene eso, sencillamente mata. Cuando llegué pude tener contención con amigas que me fui haciendo aquí, eran amigas que escuchabas el acento y era como una necesidad intensísima y además correspondida de juntarte con otros. Era muy difícil eso de llegar y tener que contar todo de nuevo, quién eres tú. Yo recién había terminado mi carrera, para el ego fue durísimo, no podía hacer nada llegando aquí. Y la recepción era más bien como con curiosidad, ahora es más bien con agresividad..

A modo de conclusión, a partir de tales relatos y de la comprensión psicoanalítica de que les migrantes son personas en proceso de construcción identitaria al ingresar en este nuevo espacio geográfico, es posible afirmar que se vuelve esencial plantearse en este Día Internacional de las Personas Migrantes la importancia de potenciar la inclusión de les migrantes en nuestro país, a través de políticas públicas interculturales que fomenten un diálogo horizontal con el otre, al mismo tiempo que se vuelve fundamental el distanciarse de discursos xenofóbicos y racistas que han ganado espacio en el contexto social chileno. De esta forma, como sociedad reconoceremos a las personas migrantes como sujetos ubicados en determinado tiempo y espacio, contribuyendo positivamente a la constitución de su yo y a su Salud Mental.

Por:

Isabela Aquino, Psicóloga Clínica, Equipo Psicología y Diversidades

Mariela Malhue, Psicóloga Clínica, Equipo Psicología y Diversidades

​​Referencias

Aichberger, M. (2020). The Current Role of Intercultural Psychotherapy. En M. Schouler-Ocak y M. Kastrup (eds.), Intercultural Psychotherapy (pp. 25-29). Springer.  https://doi.org/10.1007/978-3-030-24082-0

Freud, S. (1914 -1916) “Duelo y Melancolía” en Amorrortu (Ed.) “Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico. Trabajos sobre metapsicología y otras obras.” Vol. XIV

Hässler, T., González, R., Lay, S., Lickel, B., Zagefka, H., Tropp, L., Brown, R., Astudillo, J. y Bernardino, M. (2018). With a little help from our friends: The impact of crossgroup friendship on acculturation preferences. European Journal of Social Psychology, 49(2), 366-384. https://doi.org/10.1002/ejsp.2383

Instituto Nacional de Estadísticas. (2018). Síntesis de Resultados Censo 2017. http://www.censo2017.cl/descargas/home/sintesis-de-resultados-censo2017.pdf

Larraín, J. (2019). Otredad, Identidad e Inmigración. Revista Escritos Relacionales, 1(1),  36-42. https://www.iarppchile.cl/wp-content/uploads/2019/07/01-Editorial-Escritos-Relacionales-N1V1-2019.pdf

Organización de las Naciones Unidas. (s.f.).  Día Internacional del Migrante. https://www.un.org/es/observances/migrants-day

Portal de Datos Mundiales sobre la Migración (18 de septiembre de 2019). Número total de migrantes internacionales. https://migrationdataportal.org/es/internationaldata? i=stock_abs_&t=2020

Tijoux, M. (2014) Racismo en Chile: La piel como marca de inmigración. Editorial Universitaria.

Vispo, C. y Produzny, M. (2002). Cambios de la Estructuración Psíquica en la Migración. Psicoanálisis APdeBA, 24(2), 217-232. https://www.psicoanalisisapdeba.org/wp-content/uploads/2019/02/vispo.pdf

Winnicott, D.W. (2009). Realidad y juego. Editorial Gedisa.