Por Ps. Richard Bustos
El presente artículo plantea reflexionar en torno al neoliberalismo, el cual se serviría de las emociones para la conformación de sujetos a fines con el sistema, como principal herramienta para poder pensar la psiquis de los individuos y su ensamblaje con la psicología positiva situándola en las organizaciones productivas del país.
La relevancia de las emociones en la psicología positiva ligada al ámbito laboral, ronda los imaginarios de la modernidad contemporánea y de las organizaciones de nuestro país que han hecho suyo esta especie de mandamiento, creando estereotipos de trabajadores ideales, pregonando la importancia de las emociones positivas para “sentirse desarrollados en el trabajo”, lo que debería llevarnos a preguntarnos, si el trabajo está dentro de la dimensión de la obligación y cuando hay a la base una obligación en algún momento vamos a entrar en conflicto, en ese sentido, se podría especular ¿cuánto de la fragilidad de la salud mental se le podría atribuir a esta causa? “Las disciplinas son métodos que permiten el control minucioso de las operaciones del cuerpo, que garantizan la sujeción constante de sus fuerzas y les imponen una relación de docilidad-utilidad” (Foucault 2002, p. 26)
Estos ideales de conducción de las organizaciones tienen su origen en Estados Unidos alcanzando su auge durante la década de 1970, llega a Chile rápidamente, dado que, en cierta forma es un tipo de psicología hecha a la medida del sistema económico imperante “Neo Liberalismo”, penetra en los altos ejecutivos de las compañías para posteriormente ser aplicadas a las empresas, junto a ello se van a las diferentes escuelas de psicología en las cuales se dictan distintos cursos, para que los trabajadores asistan a entrenamiento con el objetivo de mejorar la productividad y en dónde adquiere relevancia que los relatores tengan un discurso total y absolutamente probado cuyas características van a estar en dar énfasis a la importancia de las emociones para el logro de resultados.
La eficacia de un sistema radica en el hecho de que se deben formar sujetos que encarnen dichos postulados, el neoliberalismo se hace parte y educa a los sujetos con bases y lineamientos que serán beneficiosos para el sistema. En nuestro país existe el boom de los entrenadores personales los cuales en cada una de sus relatorías ponen en juego acontecimientos experienciales conmovedores o historias que logren conmover a los asistentes y para eso se valen de las emociones.
“El Neoliberalismo es un sistema muy eficiente, incluso inteligente, para explotar la libertad. Se explota todo aquello que pertenece a prácticas y formas de libertad, como la emoción, el juego y la comunicación. No es eficiente explotar a alguien contra su voluntad. En la explotación ajena, el producto final es nimio. Solo la explotación de la libertad genera mayor rendimiento” (Byung – Chul Han, 2014, p.8)
El sentimiento versus la emoción: el sentimiento permite narrar una historia, requiere un tiempo, carece de instantaneidad, indica algo objetivo, es constatativo –por eso se dice tengo el sentimiento de que…-, es posible una compasión cósmica, un sentimiento oceánico del mundo que no está necesariamente dirigido a una persona en especial y por cuanto, se puede pensar un sentimiento de quietud. Sin embargo, las emociones no son narrables, son instantáneas, indican algo subjetivo, son performativas, -remiten a acciones-, son expresión de subjetividad (Byung – Chul Han, 2014, p.36-37)
Al actuar siempre lo hacemos dentro de un ámbito de posibilidades de acción, en función de nuestra interpretación o construcción de realidad, interpretar la realidad es anticipar, proyectar una realidad –posible-. Es así como nuestro pensamiento occidental al cual estamos amarrados nos dice que es un hecho instantáneo que sucede en el instante que percibo la emoción. Las emociones tal como Heidegger (1927) lo indica, es la manera de encontrarnos, de proyectarnos a futuro: la manera en que nos abrimos al mundo, cómo comprendemos el mundo –que no es sino un mundo para nosotros, este carácter de “mundo” anticipado está –pre comprendido- en nuestra -disposición afectiva-, en función de los aspectos cognitivos y motivacionales de nuestro percibir, de comprender el mundo; lo que percibimos, nuestra acción en el mundo, está orientado en función de un horizonte o ámbito de interacciones posibles a partir de nuestros intereses y motivaciones (Heidegger, 1997, p.29-30)
Las emociones son relevantes para el neoliberalismo, en tanto que es un camino directo como agente movilizador, dado a que es posible llegar a lo más profundo de cada uno de los trabajadores y así motivar el dinamismo de cada trabajador, el sistema requiere un sujeto de acción rápida, entrando en escena el Management emocional, es decir, la plana gerencial de primera línea de las empresas son más cercanos a ser un entrenador motivacional y por ende, ligado directamente a las emociones, es un bien al cual se debe cuidar y cultivar. En tanto, el sistema se sirve de ellas para de forma soterrada explotar al trabajador, promoviendo la libertad, el bienestar y la plenitud en el trabajo, promesas difíciles de rechazar, a su vez imposibles de alcanzar. Paradoja que suele generar altos niveles de malestar social.
Bibliografía.
Byung-Chul Han (2014). Psicopolítica. Barcelona: Herder.
Foucault, M (2002). Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Buenos Aires, Siglo XXI.
Foucault, M (2007). El nacimiento de la biopolítica, clase del 14.03.1979.
Foucault, M (1988). El sujeto y el poder. Disponible en: http://terceridad.net/wordpress/wpcontent/uploads/2011/10/Foucault-M.-El-sujeto-y-el-poder.pdf.
Harvey, D. Breve Historia del Neoliberalismo, introducción ycapítulo 1.Disponible enhttp://colegiodesociologosperu.org/nw/biblioteca/breve-historiadel-neoliberalismo-de-david-harvey1.pdf.
Heidegger, M (1927). Ser y tiempo, Santiago de Chile, Universitaria, 1997.
Lersch, Ph (1949). La estructura de la personalidad, Madrid, Scientia.