Derechos Humanos, LGBTI, Política

Entrevista a Shane Cienfuegos, activista no binarie.

No ha pasado más de una semana del Día Internacional por la Visibilidad de las Identidades no Binarias, y para conmemorarlo hemos realizado una breve entrevista Shane Cienfuegos, quien nos comparte su mirada, como activista no binarie y miembre actual del Centro de Estudios de la Realidad Social – CERES, acerca del contexto de lucha y la modificación de la nomenclatura que determina la experiencia de personas trans en los sistemas de salud.

  • A propósito de tu viaje al Foro Social Mundial de este año celebrado en Salvador (Bahía) de Brasil y tu relacionalidad como activista con la organización Akahatá. ¿Nos podría contar cuál era el objetivo central del Foro y tus intenciones en la instancia?

El foro Social Mundial tuvo como objetivo principal visibilizar las causas sociales de los diferentes países del mundo, siendo la retroalimentación por parte de les activistas a lo largo del territorio de América del Sur, uno de los focos más ‘atrayentes’ para la sociedad civil y su relación con la academia. Lo cual es sumamente interesante, sobre todo si consideras que en esta versión se en un lugar de convergencia y encuentro de una gran cantidad de activistas que, dada su riqueza de perspectivas y de divergencias, viven en el activismo LGBTTTIQNA+. Lo cierto es la invitación por parte Akahathá se circunscribe, podríamos decir, a esos ejes centrales. Al invitarme en esta versión, se me permitió visibilizar cuestiones relacionadas con la comunidad no binarie; en específico basadas en la contundencia de un enfoque en los derechos humanos y su construcción histórica, tocando temas como ‘la despatologización’, la ‘lucha social’, la ‘discriminación’ (tanto exógena como endógena por parte de otres activistas), y la recepción de ellos por parte de la audiencia.

  • Como persona no binarie, ¿qué posición y qué opinión tienes de la apelación a la «incongruencia» en la categorización actual del CIE-11, que consigna a las identidades trans y géneros diversos, en el apartado 17 sobre «Salud sexual» como «incongruencia de género»?

Desde mi perspectiva, como activista estoy en una especie de quiebre entre este capítulo del CIE -11, por una parte, ya que las identidades no-hegemónicas, una vez más, fueron catalogados/clasificados dentro de una sección ‘errónea’, en este caso el concerniente a la Salud Sexual. Lo cual me parece absurdo puesto que, a mi parecer, y según la propia experiencia de investigación a la que se debe mi activismo como trabajadore social, debería más bien ser clasificado en los códigos Z, para ser más precise, como prestación de salud amparada ante OMS generando un vínculo obligatorio sobre países acogidos, para, de esa forma, cumplir su rol de garantes para con los servicios establecidos. Por otra parte, creo que la lucha activista internacional, de manera conjunta y coordinada, permitió efectivamente erradicar la disforia de género y la supuesta ‘Génesis del Transexualismo’[i] como patología. Siendo este hecho un hito histórico, en adelante permite a la comunidad Trans y a las cuerpas no binaries pararse desde una lógica más académico-escriturada, o dialogar e intervenir en ese nivel. En este sentido, es necesario aclarar que en adelante une medique endocrinólogue no estaría obligade a exigir un certificado ni Psicológico ni Psiquiátrico, puesto que la condición trans ya no está situada bajo un espectro patológico, razón por la cual ya no pueden incurrir, en el tratamiento y en el diagnóstico, hacer uso de una categoría no vigente como lo es la Disforia de Género. Desde mi punto de vista, nuestro deber como activistas es empoderar a la comunidad no informada (o desinformada) y hacer presión a las instituciones de salud, que en su mayoría aún siguen con un enfoque tan, pero tan patologizar. Frente a eso, creo necesario organizar los distintos activismos de diversas organizaciones con la idea de generar una impronta transversal que apoye, fortalezca, respalde e investigue estos temas.

  • A sabiendas de que la LIG no contempla las identidades no binarias, pero sí la ‘transición’ que está lejos de ser igual e idéntica para todes, ¿cuál crees que es el panorama frente a la discrepancia con el reconocimiento legal de quienes no se conciben en tanto hombre, o en tanto mujer?

Primero hay que considerar que la Ley de Identidad de Género es totalmente y absolutamente binarista, ya que plantea como único existente un tipo de transición que va de extremo a extremo y que atañe a su composición jurídica. En específico, con el cambio de nombre y sexo registral, si bien no puedo y no estoy de acuerdo con la redacción misma de la ley, también entiendo que las organizaciones y colectivas no binarias no estuvieron en la conformación del documento presentando,  y menos en los borradores previos o mesas de trabajo que nos llevó a lo que es la ley en si misma en su estado actual. Si bien creo que las organizaciones que actualmente luchan por la LIG deben hacer un mea culpa en este sentido, también creo (y lo digo muy sinceramente) que aunque lo hubieran escriturado, en la actualidad no habría un piso político más allá del conservadurismo que notamos en el actual gobierno en relación a una legislación favorable para con lo no binarie. Es por eso, pienso, que una vez aprobada y publicada la LIG, será un deber de las colectivas y organizaciones trans y no binarias aliades el trabajar conjuntamente, y otorgar el espacio de habla que no fue otorgado en su determinado tiempo.

  • ¿Qué reflexión te surge del fenómeno del estar bien atrás en la cola en la visibilidad del colectivo LGBTIQ+?

En sentido riguroso se trata de una invisibilización histórica que data desde los inicios de la lucha activista. Ya sea en Chile como en el mundo, me parece importante resalta que siempre hemos estado al alero de la supremacía gay como único ente iconográfico de la lucha disidente, lo que, no deja de ser una mirada totalmente errada dado que las compañeras travestis también han participado históricamente de las en las marchas, y lo mismo nuestras compañeras lesbianas y bisexuales. Es un hecho que la colonización heteronormativa provocó, y encausa aún en nuestros tiempos, una conducta que se espera sea la correcta en el desenvolvimiento de les activistas, que en lo personal no comparto. Yo soy de les que tienen la necesidad de salir a las calles, tomar la voz publica en las plazas para hablar de cuestiones como el machismo, la colonización de nuestras cuerpas, la liberación de los pezones, el aborto libre y la educación no sexista. Respecto a esto, creo que lo queer y no binarie, si bien son miradas que tienen algunos puntos de encuentro y otros de quiebre, yo prefiero concebirlxs dentro de una perspectiva más contestataria, que ante todo busca romper con el privilegio cisgénero instituido, para pasar así a un plano en el cual las cuerpas se desenvuelvan de manera más libre y autónomas en con respecto al género. Situarse, entonces y de ese modo, ‘por sobre él’ como un proceso, un ciclo, que se forma y transforma a través de un aprendizaje que permite, a su vez, continuar en la contienda. Lo cual se relaciona, a mi parecer, con el orden de un discurso de lo social que entrecruza varias miradas como las del activismo de la sociedad civil organizada Tales como Neutres Chiles, Organizando Trans Diversidades (OTD), el mismo Centro de Estudios de la Realidad Social, Akahatá, y Fundación Zamudi, entre muchxs otrxs. Activismo el cual se va ligando en espacios públicos y universitarios.

  • Respecto a lo último, siendo une persone que ‘hace transicionar’ su activismo por diferentes redes y organizaciones civiles, ¿qué esperas lograr en CERES, y en específico, en el equipo de Género y Subjetividades Trans en el que participas?

Tengo la extraña sensación que como cuerpa intersex y no binaria, se me sitúa en varios planos de lucha. Si bien no trato de abarcar todas las áreas que se me designan, creo que a quienes se le a otorgado el espacio y no lo representa deberían permitirle a otres poder ocuparlo. En honor a lucha y al deseo de no replicar esa invisibilización que tanto criticamos, ocupo este espacio no solo para responder a tus preguntas, si no para abrir la puerta a otras luchas como lo hicieron conmigo. En este sentido creo importante el considerar la diversidad de temas de la comunidad lésbica, asexual e intersex. Si bien es cierto que llevo poco tiempo en CERES (principios de este año), desde ya tengo el deseo de comenzar a abordar múltiples realidades en la organización; todes formamos parte del fenómeno social, incluso más allá del género, más allá de lo trans. Acerca de aquello a lo que apunta el nombre del equipo me encanta que la modificación del nombre del Área de trabajo se condiga con la inclusividad de una perspectiva transespecífica, creo que, aunque de una manera indirecta, hay parte de mí en eso. Así como veo las cosas, y para decirlo de manera un poco apresurada, si bien entiendo que los nombres sirven como coordenadas en un mapa de relaciones, siempre he tenido esto de una necesidad profunda de no fijarme o limitarme de plano a ellos. Pueden acusarme de alta traición, no sé (jajaja), pero si de romper las reglas se trata, simplemente no puedo negar mi matriz disidente (al menos como yo la concibo), y a esa lucha que hago a diario, y esa misma lucha que hacen otres hacia la equidad de derechos es fundamental.

 

Débora Fernández – Secretarie de CERES

[i] El termino Transexualismo nace al alero de investigaciones con un enfoque patologizante publicado por primera ves en DSM IV en su apartado diagnostico F64.X véase más en http://www.salud-mental.cl/transexualismo/